MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
más conocido como la Cartuja de Granada
Surgió por la decisión que tomó en 1458 la comunidad del monasterio de Santa María de El Paular y se comenzó a construir en 1506 una vez que se fijó su emplazamiento, tras la cesión de unos terrenos por el Gran Capitán, Gonzalo Fernández de Córdoba. El emplazamiento actual no corresponde a los terrenos cedidos por el Gran Capitán por lo que éste se desentendió del proyecto. En 1516 se reiniciaron las obras que durarían tres siglos sin llegar a acabar el proyecto inicial, y del que sólo se conserva parte, porque en 1842 fue destruido el claustro y las celdas de los monjes, y afectando a la casa prioral que fue destruida totalmente en 1943. Estuvo habitada hasta 1835 momento en el que los monjes fueron expulsados de la misma. Su construcción duró desde el S.XVI hasta el XIX
De exuberante decoración, sus espacios más célebres son la Iglesia, la sacristía, de autor desconocido, y el sagrario que es obra del maestroFrancisco Hurtado Izquierdo y cuenta con una impresionante cúpula pintada por Antonio Palomino. El edificio alberga en su interior una importante colección de pinturas, entre las que destacan las del cartujo Juan Sánchez Cotán.
- Portada, es del siglo XVI y de estilo plateresco.
- Claustrillo, es del siglo XVII con arquería dórica.
- Sala de San Pedro y San Pablo o de profundis, cuenta con un retablo pintado también por Sánchez Cotán.
- Capilla de Legos, construida entre 1517 y 1519 por fray Alonso de Ledesma con estilo de último gótico. Adornada por cuadros de Carducho.
- Sala capitular, con bóveda de crucería y cuadros de Carducho.
- Capillas, son tres en total situadas en el claustrillo.
- Iglesia, se inicia su construcción a mediados del siglo XVI y finaliza en 1602. Esta dividida en tres partes, cada una de ellas con un acceso diferente.
- Sancta Sactorum o Sagrario.
- Sacristía, comenzó a construirse en 1727 y se terminó en 1764. Ricamente ornamentada, es digno exponente de la fase final del barroco español. En la cúpula, pintada por Tomás Ferrer en 1735, destacan San Bruno, San Juan y otros fundadores de la Orden de los Cartujos.

- LA SINAGOGA DEL AGUA
- Es un edificio situado en el centro histórico de la ciudad de Úbeda, Provincia de Jaén, Comunidad Autónoma de Andalucía, España, en el que se han encontrado una serie de estancias que habían permanecido ocultas durante un largo periodo de tiempo, las cuales corresponden, según algunas investigaciones, a una sinagoga medieval. Uno de los hallazgos principales es un mikveh (baño ritual judío).[1]
-
La Sinagoga del Agua está compuesta por las siguientes estancias:[5]
Patio. Se trata de un pequeño patio porticado por el que se accede a la Sinagoga. Pueden observarse en el mismo dos columnas originales con el característico capitel de hoja de palmera que simboliza la menorah judía. Sala principal. Es una sala dividida en tres naves separadas por arcos apuntados. Se encuentra por debajo del nivel de la calle, los arcos que la conforman estaban integrados y ocultos en los muros de la antigua vivienda a la que pertenecían.. Galería de las mujeres. Se encuentra a un nivel más alto que la sala principal y es el espacio reservado presumiblemente para que las mujeres y niños pequeños pudieran asistir a las ceremonias religiosas.
Bodega. Situada bajo una bóveda de cañón rebajada, contiene un conjunto de grandes tinajas semienterradas que al parecer se empleaban para almacenar aceite y otros alimentos. Mikveh. Es el lugar destinado a baños rituales de purificación. Según la religión judaica, el recinto debía ser lo suficientemente grande para que pudiera sumergirse totalmente una persona, y el agua no podía permanecer estancada, precisando una corriente permanente para su renovación. ¡El solsticio de verano, y en la Sinagoga del Agua! Ocurre el 21 de junio, día en el que comienza la estación de verano y que es, además, el día con más horas de luz de todo el año. En este momento estelar, los rayos del sol ascienden con lentitud por la puerta de luces de la Sinagoga del Agua, y penetran tímidos por un ventanuco hasta proyectarse, como símbolo de pureza y vigor, sobre el agua del posible mikveh o baño ritual. [2] [3]